"He pensado que, no solo se debe leer este blog, sino que se debe disfrutar leyendo de él. Por eso, he puesto una seleccíon de músicas. La primera es una sonata de Johann Sebastian Bach (de la cual recomiendo los vídeos 3 y 4, que son una versión ampliada de los vídeos 1 y 2), la segunda es la marcha Radetzki, y la tercera es el canon de Pachelbel. Espero haber elegido bien."

lunes, 12 de marzo de 2012

52ª historia del conde Lucanor

Hablando el conde Lucanor con su consejero, Patronio, le dijo:

- Patronio, tengo un gran amigo que tiene problemas económicos, un campesino, que me dijo que si le arreglaba los papeles para ascender en el estatus social y ser noble, la vida le iría mucho mejor, pero no sé que hacer.

- Yo creo que no sería muy buena idea, porque cada uno debería dedicarse para lo que ha nacido. Y si aún no os convence, escuchad esta fábula:

Hubo una vez un perro faldero que le encantaba jugar todos los días y a todas horas con su dueña y sus amigos. Se pasaba de sol a sol corriendo, persiguiendo a todo lo que se le cruzaba por delante y haciendo volteretas para ganarse trozos de pan.

Vivía allí también un burro muy terco, cabezota y con poco seso. Veía a diario jugar al perro mientras él cargaba con pesados sacos de harina cada día para que sus dueños puedan comer. Un día pensó: "Yo soy bastante más útil que ese perrito; sin mí no podrían comer. Como yo soy más útil, a mí mi dueña me tendrá bastante más cariño que a ese perro".

Sin detenerse a pensarlo dos veces, salió corriendo con la lengua fuera y relinchando de alegría. Entró en la casa y se fue al salón donde encontró a su dueña. Se puso en dos patas y apoyó las otras dos sobre los hombros de la niña. Ella dio un grito y, en el acto, aparecieron dos criados que mataron al burro a palos.

Es esta la razón por la cual creo que el campesino debe quedar campesino.

Al conde le agradó mucho la historia, obró según ella y le salió muy bien. Como don Juan Manuel vio que este cuento era bueno, lo hizo escribir en este libro.

domingo, 26 de febrero de 2012

Contado en otro orden (Y no desordenado)

¡Vaya escena! Una niña asustada porque un lobo se la iba a comer mientras su abuela estaba colgada boca abajo por la chimenea y un leñador entraba por una ventana dando machetazos. Rebobinemos un poco.

Vayamos primero con la niña. Era una niña joven, morena, pecosa, con una capucha roja siempre en la cabeza. Su abuela es pastelera y, como hay una crisis de pasteles en el bosque, le lleva la masa para que pueda seguir con su trabajo. Se cruza con un pajarito y le cuenta sus planes de ir a casa de su abuela. Llega a su destino, peta en la puerta y, como no responde nadie, decide entrar. Se encuentra con la casa vacía, va a la habitación de su abuela y se la encuentra en la cama. Le deja la masa en la mesita de noche cuando dice:

- ¡Vaya, abuela, hueles a lobo! ¿Te duchaste hoy?

- ¡Oye, niña, eso no te lo consiento!

Y otra vez llegamos a la misma situación. El leñador entra por la ventana, y de repente se ve a la abuela colgando de la chimenea. ¿Y cómo llegó la abuela a esa situación? Ahora os lo explico.

Me encantaría deciros que esa anciana es una abuela normal y corriente, que se levanta a las siete de la mañana para cocinar pasteles, que a las cuatro de la tarde hace encaje mientras ve Sálvame, y que a las doce de la noche pone la radio a todo volumen hasta que se duerme y vuelta a empezar. No, a esta abuela le va más lo extremo: rafting, puenting, escalada,... Y la mañana de nuestra historia, esta abuela se levantó con ganas de batir un nuevo récord en el bosque. Salto de paracaidismo desde mayor altura. A las diez de la mañana, un helicóptero vino a recogerla. Ascendieron hasta los tres mil metros de altura y, a las doce de la mañana, se dispuso a saltar. Ejecutó el vuelo sin ninguna dificultad. El aterrizaje estaba planeado que fuese en el jardín de su casa, pero alguien había saboteado los cables del paracaídas. Nuestra abuela dio una vuelta de campana y cayó por la chimenea. Y llegamos al punto de salida: la abuela colgada boca abajo mientras el lobo se zampaba a su nieta y el leñador atravesando la ventana. ¿Y qué hace un lobo en una casa que se respeta a Dios? Veámoslo.

El lobo no es un lobo que se guiase por sus instintos, no, aunque a veces afloraban. Nuestro lobo fue dotado de gran inteligencia y decidió estudiar Ciencias de la Información. Sí, el lobo es reportero.

Aquella mañana estaba haciendo un reportaje acerca de la crisis pastelera que se había extendido por todo el bosque. Mandó a su pájaro espía a que hablara con la mundialmente conocida como Abuela, primera exportadora de pasteles en el bosque. El pájaro le dijo que su nieta le iba a llevar la masa a su abuela y el lobo pensó: "Si va a traerle la masa a su abuela, quizá pueda llegar antes y pasar por la vieja, y así le hago algunas preguntas acerca de como consigue la masa y demás detalles".

Llegó a casa de la anciana, se metió en su cama y esperó por la niña, que no tardó en llegar. La niña hizo un comentario algo subido de tono por los olores que se respiraban en el ambiente, y el lobo le respondió con su parte más salvaje. Y otra vez al mismo punto. ¡Esto ya es cansinismo! Dejadme que os explique la parte del leñador y ya os dejo en paz.

Antes, una pequeña puntualización acerca del leñador, y es que no es un leñador. Es camionero. Sin embargo, la crisis de pasteles ha hecho que mucha gente se marche, y en especial, actores. Él se presentó a un cásting para ser el protagonista de una nueva película: dos enamorados; ella se tiene que ir por la crisis y él sufre en una amarga soledad. En una de las escenas, él empieza a talar árboles loco de ira. Como no tiene mucha práctica talándolos, acaba corriendo detrás de uno. Su huida le llevó a entrar brutalmente por la ventana de la casa de la abuela de la niña.

Y otra vez la escena que me tiene hasta los mismísimos. ¿Sabéis qué? Tan grabada tengo esa escena que no recuerdo como continúa. Después de eso, sólo recuerdo blanco. Así que aquí le pongo punto y final a la historia. Que cada uno la continúe como quiera.

Teorema de Pitágoras

Teorema de Pitágoras
Teorema de Pitágoras. El cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.

Números triangulares

Números triangulares
Números triangulares. Son números naturales que se pueden expresar en forma de triángulo, tal y como los de la figura anterior.

Números cuadrados

Números cuadrados
Números cuadrados. De igual forma que los anteriores, son números que se pueden expresar en forma de cuadrados como en la figura anterior.